Cuando la justicia falla
Ronald Díaz V. Primera Plana | Lunes 15 de Febrero, 2016Los diarios y telenoticieros están llenos de noticias de sucesos. Crímenes, accidentes, desastres naturales de todo tipo se resumen en pequeñas notas y, en algunos casos, según su dimensión e impacto social, en reportajes más extensos.
Sin embargo, rara vez estas historias trascienden los nombres de los implicados y nos cuentan el trasfondo de lo sucedido.
Las vidas de quienes se ven afectados por un suceso: víctimas y victimarios. Sus seres queridos, las extrañas coincidencias que rodearon la tragedia. Las malas decisiones o los simples avatares del destino, se quedan a menudo por fuera de los relatos, al igual que los detalles de los largos y engorrosos procesos judiciales; allí, donde muchas veces la balanza de la justicia pareciera inclinarse con facilidad en contra de los desprotegidos.
Estos enfoques ausentes emergen con vigor en Los verdugos de la verdad, un libro de crónicas escrito sin ningún tipo de reservas por el periodista Fabián Meza.
Meza desahoga un grito reprimido durante los 5 años que laboró como periodista de sucesos, con el relato de catorce historias reveladoras de una sociedad costarricense cada vez más violenta, así como las fallas que persisten en la administración de la justicia.
Es en esa complejidad de los procesos judiciales, los cuales pueden demorar con facilidad 7 u 8 años, de donde Meza extrae un rico material periodístico, pocas veces explotado, y que en Los verdugos de la verdad es utilizado con crudeza; o como se suele decir en la jerga popular, sin anestesia.
“Fabián es un periodista que no sabe todavía cómo amortajar, cómo cubrir con una delgada capa de gloria a los que son elegidos para que sirvan de noticia, o para que salgan en las noticias”. Así describe en el postfacio del libro el escritor, Froilán Escobar, el estilo literario empleado por el autor.
Ni pronta ni cumplida
Desde la óptica aguda del cronista, el sistema judicial se nos muestra infame, no solo para el acusado, pero también para la víctima que sufrió una violación o la pérdida de un familiar y encima debe enfrentarse con un sistema propenso a revictimizarla, sin ninguna garantía de éxito en el proceso.
“Si en los últimos 4 o 5 años vos encontrás catorce casos que te demuestran que el sistema judicial de este país no sirve para un carajo, te das cuenta de que no son casos aislados”, señala Meza, al tiempo que critica el discurso oficial de la Corte y de algunos magistrados: “Le hacen ver a uno que ellos viven una realidad completamente diferente”.
Como material de prueba Fabián ofrece en Los verdugos de la verdad un riguroso y sólido trabajo de investigación, que de paso pone en evidencia el papel y la responsabilidad de la prensa en la cobertura de sucesos violentos, así como el precio que deben pagar los periodistas expuestos a convivir con el lado más oscuro de nuestra cotidianeidad.
“Enfrentarse día a día con homicidios, accidentes y tragedias transforma la vida y la visión de mundo del periodista sucesero”, asegura Meza, quien evita utilizar el adjetivo “deshumanizante” para referirse a ese proceso mediante el cual el reportero -de algún modo- se vacuna contra un dolor que se resiste a desaparecer.
“En mis primeros años llegué a tener pesadillas con ciertas cosas”, confiesa. Quizás por eso Meza ve en el periodista de sucesos, una “raza” aparte.
Quizás también por eso quiso que en su libro la gente pudiera conocer parte del quehacer del reportero abocado a esta fuente desde el lugar de los hechos, pasando por los fríos estrados judiciales hasta el hábitat natural de las salas de redacción, en donde se plasman las historias de la nota roja.
Meza sacude al tico promedio del Valle Central, desconectado de las condiciones de vida de sus compatriotas menos afortunados que habitan y pululan en las periferias de la ciudad y los barrios marginales.
“Cuando cubrí el primer homicidio fue en el Triángulo de la Solidaridad y ahí me encontré con una realidad que nunca había visto en mi vida, y que me gustaría que mis hijas conocieran para que se den cuenta de lo privilegiadas que son”.
Los verdugos de la verdad se publicó en noviembre del 2015 con un tiraje de 1,000 ejemplares. El libro puede ser adquirido en las librerías Universal, Lehmann, Expolibros y la Librería Jurídica.
También puede solicitarlo por medio del correo [email protected] o al teléfono 2253-3333 .
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