La nueva normalidad que nos dejó el Covid-19 obligó a muchas personas a volver sus ojos a la tecnología. De esta forma, la recomendación de distanciamiento social, la restricción vehicular sanitaria y las reuniones virtuales se pusieron de moda.

Actualmente contamos con varias plataformas para realizarlas, las cuales generan ahorro de tiempo para las personas que las utilizan, pero si se emplean mal, pierden efectividad.

De acuerdo con el sitio avantideas.com, es importante que los invitados no solo reciban el enlace y contraseña, también que sepan cómo usar la plataforma. Se recomienda enviar con tiempo la agenda y/o documentos necesarios, revisar los sistemas de audio y vídeo, por si acaso, es mejor tener un plan B.

Este tipo de reuniones tienen sus ventajas, por ejemplo, se disminuyen gastos, no se requiere de un lugar físico para efectuarla, los presentes se pueden enfocar en un tema específico y se lleva un registro digital.

Pero según la página coworkingfy.com, también tiene sus contras: muchas distracciones, en especial porque la mayoría están en la casa; poca interacción social, problemas de señal o con los equipos, pocas instrucciones y pérdida del tiempo.

Recuerde que aunque todos estén de manera remota, se tiene que cumplir el horario de trabajo, por lo que no es conveniente extenderse más de una hora.