En agosto de 2012 un joven de apellido Aguilar, en ese momento estudiante de medicina de una universidad privada, escribió en su cuenta de Twitter que deseaba un tsunami en el Hospital Nacional de Niños para que se acabara su guardia.

Este comentario no solo le costó el linchamiento público, sino también la expulsión del programa de la Caja Costarricense del Seguro Social y un proceso disciplinario de parte del centro educativo.

Lo anterior es solo un ejemplo de que lo que un posteo inadecuado puede perjudicar su carrera profesional y dejar su imagen por los suelos.

Los comunicadores no estamos exentos de caer en esta práctica. Muchos suelen criticar a figuras públicas, instituciones y colegas, a veces se les puede ir la mano con los juicios de valor, lo que muchas veces puede provocar problemas en el ejercicio de la profesión.

Ahora los reclutadores se fijan en los perfiles de redes sociales para conocer cómo piensa un candidato a ocupar una plaza. Por ello, dos expertas en el tema nos brindan consejos importantes para evitar problemas por comentarios inoportunos.

Marjorie Valverde Aguilar, periodista con experiencia en agencias de comunicación, expresó que debemos separar entre los contenidos y los tipos de plataformas sociales. Si un profesional quiere utilizar su perfil de Facebook o Instagram para promocionar sus servicios, entonces el contenido debe enfocarse en eso. 

Si los quiere usar para sus temas personales, continuó Valverde, entonces debe mantenerse en esa línea, pero si lo que desea es combinar ambos objetivos, es necesario mantenerse en un nivel que sea muy respetuoso, sin demasiados detalles íntimos, sin fotografías que lo comprometan ni lenguaje ofensivo.

“Hay temas complicados para opinar como el sexo, la política y la religión, y es que si nuestros perfiles también son una plataforma profesional, debemos tener cuidado de no herir susceptibilidades.  La máxima es si no lo quiero ver en una valla en carretera, entonces para qué lo voy a subir a mi perfil de Facebook”, comentó Valverde.

Por su parte, Sandra Zumbado Alvarado, periodista y socia directora de la agencia Zona de Prensa, manifestó que es indispensable leer antes de publicar en redes sociales, ya que una situación, comentario, enojo o tan solo el compartir algo, puede generar alguna afectación a la labor que realizamos como comunicadores.

“Puede involucrar a una marca que sea cliente, a alguien de la competencia, a medios con los que trabajamos cotidianamente, etc. Esto no quiere decir que no podamos emitir opiniones, pero siempre tenemos que tener presente que aún cuando estemos usando nuestros perfiles personales, nuestro nombre está asociado al de nuestra empresa y al de nuestros clientes”, añadió Zumbado.

 

Terreno peligroso

De acuerdo con Marjorie Valverde, las redes sociales se han convertido en un campo de batalla, un terreno minado en donde debemos tener muchísimo cuidado de lo que expresamos.

Así como hay temas delicados, dependiendo del contexto actual y de lo que esté sucediendo en el ámbito nacional o internacional, así pueden reaccionar virulentamente quienes lo siguen a uno o los amigos. 

El otro tema es cuando nos encontramos con una persona que se pone violenta e intensa en algún comentario, ella recomienda nunca discutir, no ofender y contestar con cortesía. Si la persona insiste se le deja comentar, si sigue ofendiendo y usando lenguaje soez, lo mejor es eliminar o bloquear al usuario.

 

Cuidados extremos

Valverde  manifestó que temas como el sexo, la religión y la política es mejor dejarlos de lado,  evitar los chistes que tengan tintes homofóbicos, racistas o machistas.

Zumbado fue un poco más mesurada, añadió que eso es algo muy personal, habrá gente que se siente identificada con temas en particular y utilizar las redes para defenderlos a ultranza. En su caso trata de pensar siempre en la comunidad con la que comparte en redes y si el tema pudiera tener alguna implicación o repercusión en su ámbito laboral/profesional.