Proyección de imagen: importancia para el comunicador actual
Carlos Manuel Molina | Miércoles 30 de Noviembre, 2022Con frecuencia escuchamos frases como: “tengo que mejorar mi imagen”; “qué mala imagen tiene fulano o zutana”; “la imagen que tienen ustedes en esa empresa es muy agradable”; entre otras. Lo cierto es que cuando se habla de esa forma acerca de la imagen, nos referimos, generalmente, a algo que técnicamente es conocido como proyección de imagen y esta debe ser bien entendida por los profesionales en comunicación, no solo para su influencia personal-profesional, sino también para tener el correcto alcance de las marcas que representamos y comprender a los públicos y sus formas de percibirnos.
La imagen se puede definir como la representación mental de una realidad; por lo tanto, la imagen de ese fulano o esa zutana, al igual que la de aquella empresa, no está ni en esas personas ni en la empresa o marca; en realidad está en las cabezas de quienes les perciben con sus cinco sentidos, sus valores, emociones, conocimientos, experiencias y cultura. Lo que sí está en los profesionales, empresas y marcas es el trabajo, consciente o no, de su proyección de imagen en la que intervienen, no solo lo que se puede ver (lo físico como un uniforme, la rotulación, el peinado) sino también los otros elementos que conforman todo el trabajo de proyección que ha de ser percibido por quien, finalmente, juzgará la imagen real y, por ende, esos elementos deben ser tratados con cuidado.
Los elementos de la proyección de imagen profesional son:
- El físico. Como se mencionó, lo que se puede percibir, principalmente por la vista: el aseo, la presentación personal, los uniformes y demás.
- El discurso, o sea, la comunicación verbal (7% de la comunicación del ser humano, específicamente la palabra hablada o articulada) y la no verbal (93% de la comunicación del ser humano en la que destacan subelementos como:
- Kinésica: gestos, posturas, movimientos.
- Proxémica: cercanía a objetos y personas.
- Paralingüística: tono, entonación, velocidad, dicción, volumen.
- Señalética: todo elemento creado por el ser humano para su uso en comunicación, como documentos, rotulación, mensajes electrónicos y físicos, colores, iluminación, ventilación, sonidos, olores, texturas y más. Todo lo anterior con sus respectivos lenguajes.
- La actitud o disposición del ánimo, en la que se destaca el manejo de emociones, sentimientos y voluntad.
- El comportamiento o conductas que reflejan lo que tenemos en nuestra actitud y se manifiestan, generalmente, de manera inconsciente al enfrentar las situaciones del día a día con compañeros, clientes y otros públicos.
Finalmente, los cuatro elementos anteriores son los que percibirán nuestros públicos de interés y que, por ende, debemos aprender a manejar con particular esmero, de forma consciente y permanente, pues esa será la verdadera representación en sus cabezas. No siempre se logra empatar lo que queremos dar a entender (proyección de imagen) con lo que la gente interpreta o entiende (imagen percibida); no obstante, al conocer lo que los públicos perciben, sienten y opinan, podemos trabajar nuestra proyección y la de las marcas que representamos de forma tal que se llegue a cumplir cada objetivo de trascendencia propuesto de forma personal u organizacional.
Hay que recordar que, no solamente hay que serlo sino hay que parecerlo, pero, principalmente, hay que creerlo.
M.Sc. Carlos Manuel Molina
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