En la actual coyuntura de la creciente falta de empleo que afecta al país y en atención a la reciente noticia de que la Comisión Nacional de Préstamos para Educación (CONARE) no financiará carreras con altos índices de desempleo, me permito poner sobre la mesa algunas consideraciones relacionadas con el Periodismo, una de las áreas mencionadas por el estudio que motivó la decisión.

En primer lugar, debe entenderse que la saturación laboral de las carreras (CONAPE identificó 36), no debe analizarse de manera aislada y simplista –como lo quieren ver algunos--, sino que implica una serie de circunstancias y el involucramiento de entidades relacionadas con el tema, desde el Estado (como garante de espacios para el libre acceso a la educación, sin ningún tipo de discriminación, como parte de un régimen democrático como el nuestro), hasta la academia cuya responsabilidad descansa en la preparación idónea para que los estudiantes adquieran los conocimientos y habilidades necesarios para insertarse de la mejor manera en el mercado laboral.

Y es que, efectivamente, el desempleo en el país crece de manera preocupante (alcanzó el 12%, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos). Estamos hablando de un asunto estructural de la economía en el que todos debemos tomar partido desde nuestras diferentes trincheras.

Empero, en lugar de satanizar el tema con acusaciones y lamentaciones, me parece que el camino correcto es la unión de criterios y la búsqueda de soluciones concretas.

En el caso del Periodismo, carrera elegida por muchos jóvenes como proyecto de vida, inspirados muchas veces por lo que proyectan los medios de prensa televisivos o digitales, es un hecho que la demanda supera, por mucho, a las ofertas de trabajo.

Otra limitante al desarrollo del periodismo nacional podría reflejarse en el hecho de que en esta profesión, a diferencia de otras, la colegiatura no es obligatoria, merced a un fallo constitucional, de tal manera que profesionales –y no profesionales—de otras disciplinas pueden ejercer la labor, en detrimento de quienes cursaron una carrera de Comunicación varios años en una universidad y se encuentran sin empleo.

Entonces, ¿qué podemos hacer para que una situación adversa se convierta en una ventaja competitiva?, pues “reinventarse”, lo cual significa dejar de lado viejos paradigmas y emprender nuevos de acuerdo a las exigencias del mercado. Rescatar del Periodismo tradicional las mejores prácticas, como informar objetivamente de los hechos con verdad y ética de cara a los públicos; atender en toda su magnitud la equidad en el uso de las fuentes informativas, el respeto a las reglas elementales del idioma y otros de gran valor en la profesión.

A la par, trabajar en la formación de periodistas multifacéticos y enfocados, no solo en los medios tradicionales, sino también en emprendimientos productivos, en los cuales ahora la tecnología brinda múltiples oportunidades. Las plataformas digitales permiten en la actualidad un sinnúmero de posibilidades en las cuales un periodista o comunicador puede dirigir todo su conocimiento y aptitudes.

Se trata de pensar diferente, actuar en consecuencia con nuevas formas de comunicación y de empoderarse en ámbitos poco explorados por el Periodismo, como el Mercadeo, la comunicación en redes sociales, comunicación organizacional, desarrollo de proyectos en áreas específicas, como salud, deportes, cultura y otras. Es la búsqueda de esos nichos de mercado que están por descubrirse.

En tal sentido, las universidades juegan un papel central en ese cambio de paradigma, mediante la evaluación de sus mallas curriculares y el empoderamiento en aquellos temas medulares que exigen los mercados. Deben dirigirse hacia esquemas de acreditación oportunos para aspirar a lo más alto en cuanto a calidad académica y estructuras administrativas, desde los perfiles de entrada hasta los de salida de los programas respectivos. Además, deben inspirar a sus educandos en valores éticos y morales, en el conocimiento y análisis de la realidad nacional y mundial, en la defensa del idioma y en esquemas que permitan determinar y explotar lo mejor del educando.

En fin, sí hay saturación en el mercado de carreras como el Periodismo, pero tanto en esta profesión como en otras especialidades, el cambio positivo de cara a los nuevos tiempos, debe ser el norte y el freno al desempleo que enfrentan.

Precisamente en torno a estas iniciativas trabaja el Colegio de Periodistas y Profesionales en Comunicación, con programas de capacitación de primer nivel, inspirados en las nuevas tendencias; en reuniones con directores de medios de comunicación y organizaciones interesadas en la búsqueda de un periodismo moderno, ético y comprometido con la sociedad. Abrimos espacios de discusión sobre temas fundamentales del entorno nacional e internacional y asistimos a los colegiados en temas de bienestar social para ellos y sus familias.

En definitiva, nos reinventamos en favor de los mejores intereses del llamado “mejor oficio del mundo”, como lo denominó en su momento el aclamado periodista y escritor Gabriel García Márquez.

M.Sc. José Luis Mora Rojas

Vicepresidente Colegio de Periodistas y Profesionales en Comunicación