Primera Plana
Opinión


SINART: UN MEDIO PÚBLICO QUE NO PODEMOS PERDER

Dr.(c) Efrain Cavallini Acuña. Comunicador Ex Director-Red Nacional TV-Canal 13. | Jueves 24 de Julio, 2025
Con la convicción de que el disenso y las diferencias son parte fundamental en toda democracia, es pertinente que los diversos actores y sectores de la sociedad costarricense, generen acciones para intensificar el diálogo nacional responsable en busca de acuerdos que nos permitan seguir construyendo una sociedad sustentada en valores de respeto a la libertad de opinión, de tolerancia activa, de crítica constructiva y, en general, la sana convivencia humana donde la Ciudadanía es la Democracia.
 
Los alarmismos, fundamentalismos y llamadas a subvertir el orden público, suscitados en nuestro país en los últimos meses no son propios del ser costarricense, ni de su idiosincrasia.
 
Todo acto de violencia o que inciten a esta para entronizar el pánico en la sociedad, van en contra de toda una tradición democrática practicada en nuestra nación por muchos años.
 
Hemos sido testigos y garantes de que en Costa Rica la persona ciudadana tiene el marco jurídico y las instituciones que velan por éste, así como las herramientas y los mecanismos para ejercer su ciudadanía plena. No debemos dudar de que, la democracia participativa, representativa y abierta está protegida y garantizada. No obstante, debemos tener presente que nuestras queridas democracias están bajo amenaza de potencias y de grupos enemigos de la libertad, de la democracia, de la paz, del Estado de Derecho que proliferan y actúan en los cinco continentes. En este sentido, persisten numerosos desafíos que ponen en riesgo la consolidación de la democracia, como son: el retroceso en materia de derechos humanos, libertad de expresión, libertad de prensa, participación política, la creciente desigualdad económica y social mina la legitimidad de las instituciones democráticas, la polarización política dificulta el diálogo y el consenso entre diferentes sectores de la sociedad, la interferencia de actores externos en los procesos democráticos internos representa una amenaza para la soberanía de los Estados, la proliferación de noticias falsas y la manipulación de la información debilitan la confianza en las instituciones democráticas y la sensación de que los representantes políticos no responden a las necesidades de los ciudadanos socava la legitimidad del sistema democrático.
 
Ante este panorama, no puede dejar de preocuparme por los intentos de las autoridades nacionales de clausurar la función que desarrolla el Sistema Nacional de Radio y Televisión Educativa y Cultural-SINART por más de cinco décadas.
 
No cabe la menor duda de que el SINART es un medio de comunicación social de servicio público, que entre sus funciones busca garantizar la Democracia Participativa, dado su compromiso con las audiencias, con la agenda educativa, cultural y en la defensa del Estado
Social de Derecho en Costa Rica. Se constituye en un medio con amplia proyección a nivel nacional, que cumple a lo largo de casi 50 años de existencia, y labor ininterrumpida, un papel fundamental en los procesos de comunicación de Costa Rica.
 
Gracias a la visión pluralista, inclusiva, integral, democrática, de reflexión, análisis y critica de los procesos sociales, el Sistema Nacional de Radio y Televisión SINART, se constituyó un sistema con tres medios (Red Nacional de Televisión Canal 13, Radio Nacional, Revista
 
Contrapunto), que ha buscado ampliar su función comunicativa y promover la articulación integral, la libre manifestación de ideas mediante una programación diversa, creativa y de calidad. Los tres medios se dedican a la difusión de contenidos artísticos, educativos, culturales,
de opinión, y análisis de la política local e internacional, como estrategia para acercarse a los diversos públicos a nivel comunal, regional y nacional.
 
La diversidad de contenidos, géneros y formatos por medio de diversos programas, han marcado la diferencia en comunicación social. Su programación ha estimulado a la audiencia con propuestas formativas, informativas, multiculturales, reflexivas y vivenciales.
 
Las producciones independientes y la colaboración de diversas instituciones han creado un espacio único para experimentar e innovar. La programación producida y transmitida abarca materiales internacionales, que permite a las audiencias conocer sobre la historia, cultura, política y el acontecer de otros países. De esta manera, el SINART crea procesos de diálogo social, que incluye actores, sectores y visiones de la ciudadanía, comprometida con la producción, difusión y divulgación de información o contenidos, que propicien el fortalecimiento de espacios
democráticos, de ética, transparencia, participación ciudadana y contribuir a una mayor inclusión social en los procesos de comunicación. Ha estado presente, en procesos de participación en donde las comunidades y territorios generalmente no han tenido voz y esta institución de comunicación de servicio público ha puesto su espacio al servicio de la población.
 
No puedo dejar de mencionar que en la campaña de desprestigio que ha rodeado al SINART en los últimos meses, se ha tratado de desnaturalizar aún más los objetivos que se esbozaban en los proyectos de creación del SINART. En este sentido, se hace obligado reposicionar de
manera sistemática que una institución de comunicación de servicio público como el SINART, es de interés social, de ahí que, en Costa Rica, es aquella libre, con independencia jurídica, cuyo cuerpo doctrinal y legal le permita actuar a favor de las audiencias. Es plural, no dogmática.
 
No pertenece a un partido político, ni doctrina política. No responde a la intolerancia de una religión, ni responde a intereses de un grupo social, o de una élite intelectual. Por el contrario, es general, no masiva, es patrimonio, constituye un bien social de la comunidad, de forma tal, debe responder a la diversidad de intereses manifiestos en la ciudadanía.

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