Amable, directa en su conversación, esforzada y valiente. Estas son algunas de las palabras que vienen a la mente cuando intentamos describirla. Este año, nuestra compañera de servicios generales, Zeneida Alvarado, cumplió 25 años de ser colaboradora de forma oficial en el Colper, aniversario que celebró el pasado mes de enero.

Conversamos con ella sobre su trayectoria en el Colegio, y esto fue lo que nos contó "Zene", como le decimos de cariño.

- ¿Recuerda cómo fue su ingreso al Colper?

"Entré como interina en 1999, cuando el presidente de la Junta Directiva era don Enrique Villalobos. Tiempo después, me incorporaron a la planilla."

- Durante estos años, ha vivido muchos momentos y recuerdos. ¿Podría contarnos alguno que sea especialmente grato para usted?

"Tengo muchísimos recuerdos bonitos. Uno de los que más atesoro es la Semana de la Comunicación y los eventos que organizamos. Siempre implican mucho trabajo, pero al final nos queda la satisfacción de haberlos realizado con éxito."

- ¿Cuáles han sido los cambios más positivos e importantes que ha visto en el Colegio durante estos años?

"Uno de los cambios más importantes que he notado es la apertura del Colegio. Cuando entré, solo los periodistas podían colegiarse, pero con el tiempo se ha ido incluyendo a más profesionales de la comunicación. La comunicación es como un árbol y las diferentes profesiones que la integran son sus ramas. Para mí, este ha sido el cambio más significativo."

- ¿Recuerda algún momento especial que haya vivido aquí?

"El momento que nunca borraré de mi mente, de mi vida y de mi corazón fue cuando falleció mi hijo. Lo viví aquí en el Colegio, con la Junta Directiva de don Heriberto Valverde. Recibí un apoyo enorme.
No tengo cómo agradecerles a todos los colegiados, a la Junta Directiva y a mis compañeros de aquel entonces. Hasta se me eriza la piel de recordarlo. No me alcanzan las palabras para expresar el agradecimiento que siento por cada uno de ellos."

- ¿Qué es lo que más disfruta de la interacción y relación con los colegiados?

"Me encanta atenderlos. Me llena el corazón de alegría cuando, después de mucho tiempo, regresan y vuelvo a verlos por aquí."

- Si pudiera describir a las personas colegiadas con una palabra, ¿cuál sería?

"Son el motor por el cual estamos aquí. Gracias a ellos tenemos empleo. Siempre le doy gracias a Dios por su presencia, porque nos motivan a trabajar con el mismo entusiasmo de nuestro primer día."

- ¿Qué es lo más desafiante y lo más gratificante de sus funciones?

"Lo más desafiante es cuando hay un evento y queda muy poco tiempo para organizarlo. Pero cuando todo sale bien y vemos el resultado final, la satisfacción es inmensa."

- Después de 25 años, ¿cómo le gustaría que las personas colegiadas recuerden su aporte al Colper?

"La verdad, no lo sé (risas). Son cosas que uno ha ido sembrando con el tiempo. Me gustaría que me recuerden con cariño y por haber respetado siempre esta institución."

- Obtuvo un rol importante durante el proceso de Bandera Azul Ecológica. ¿Qué significó este hito para usted?

"Para mí fue una gran satisfacción. Trabajamos muy fuerte, junto con los compañeros de la administración y bajo el liderazgo de doña María Isabel Solís, para cumplir la meta. Ahora debemos seguir esforzándonos para alcanzar más categorías y avanzar, no solo por obtener banderas, sino por cuidar nuestro planeta y dejar un mejor lugar para las futuras generaciones.

Siempre me ven clasificando residuos y asegurándome de que todo esté en su sitio. Este proceso empezó hace mucho tiempo; recibimos capacitación y fuimos avanzando hasta verlo materializado. Ahora que ya tenemos la Bandera Azul, sabemos cuál es el siguiente paso: continuar cumpliendo con este objetivo."