La película costarricense El despertar de las hormigas, de Antonella Sudasassi, recibió el Premio Platino al Cine y Educación en Valores en la entrega de los prestigiosos premios que celebran lo mejor del cine Iberoamericano, y que otorgan los propios trabajadores de la industria fílmica a nivel internacional.

La película muestra la revolución silenciosa de Isabel, que es una modista madre de dos hijas que se replantea su rol en la familia. La película, reconocida como mejor película nacional en el Festival Internacional de Cine de Costa Rica en 2019, tuvo su estreno el pasado año en el Festival Internacional de Cine de Berlín (Berlinale), uno de los más importantes del mundo. Desde entonces ha participado en decenas de festivales por todo el mundo, recibiendo 12 Premios Internacionales, y haciendo historia al convertirse en la primera película centroamericana en lograr una nominación al Premio Goya a Mejor Película Iberoamericana, en 2020.

“El Premio Platino es un reconocimiento muy especial porque lo otorga la industria iberoamericana, con muchísimas votaciones, y es por tanto un respaldo al trabajo de cada una de las decenas de personas que dieron todo por la película” explica Amaya Izquierdo, productora de la cinta. “Este premio es, además, el de Cine y Educación en Valores, lo que en una película como El despertar de las hormigas es especialmente importante: nuestra película habla de una mujer que decide darse derecho a decidir, sobre su papel en la familia, sobre su placer, su sexualidad y su maternidad; en un entorno en el que ella siempre había hecho lo que se esperaba de ella. Un premio a que resalta precisamente los valores de la película es importante para nosotras por el punto de vista que defienden nuestras Hormigas, en el que las mujeres podemos decidir, podemos no obedecer. Además, es curioso que en esta edición de los Premios, aunque había pocas directoras nominadas, como usualmente, por lo general en aquella categoría en donde estaban, se llevaron el premio, como es el caso de nuestra película, pero también de montaje, sonido o documental, por ejemplo. Claramente refleja que las mujeres hacemos el trabajo con excelencia”.

“Nos enorgullece muchísimo el reconocimiento porque reafirma el gran esfuerzo y trabajo de todo el equipo. Hicimos esta película a pasito de hormiga, con mucha pasión y entrega. Si bien es una película pequeñita, tiene mucho corazón, y ganar el Premio al Cine y Educación en Valores nos confirma que la película trasciende fronteras con un mensaje que llega a muchos más corazones” explica la directora del proyecto, Antonella Sudasassi Furniss. 

“Esta es la primera vez que una película costarricense llega a estar nominada” continúa Sudasassi Furniss, “y la primera vez que el país gana un Premio Platino. Ganar este premio posiciona el cine nacional en el ámbito internacional y nos recuerda, una vez más, lo importante que es seguir invirtiendo en nuestro cine, seguir invirtiendo en nuestra cultura.”