Hijo del cantón de las flores, desde pequeño sintió inclinación por el arte y gracias al esfuerzo de sus padres, logró desarrollarlo, al punto de ser uno de los artistas más representativos de la historia de Costa Rica.

Nos referimos a Jorge Jiménez Deredia, quien con sus esculturas ha dado a conocer el país al mundo.

Radicado desde hace varios años en Italia, nació el 4 de octubre de 1954.

Siendo alumno del Liceo de Heredia, participó en una feria con una escultura, lo que le valió una beca en el Conservatorio Castella. En 1972 viajó a Italia junto con su esposa Guiselle Zamora Barrientos gracias a una beca del gobierno de ese país, obtuvo su licenciatura en la Academia de Bellas Artes de Carrara, durante seis años estudió arquitectura en la Universidad de Florencia.

Sus años en Florencia despertaron sus estímulos intelectuales, los cuales cambiaron su enfoque con respecto a la obra artística e interesándose por el período renacentista.

“El arte ha sido una oportunidad, una voz para poder llevar los valores que cada uno de nosotros como costarricense tiene en su interior y que necesita expresar a través de los símbolos que se han creado en nuestra cultura”, expresó Jiménez, quien considera que un pueblo sin arte, es un pueblo mudo.

 

Exposiciones

Entre las principales ciudades que albergan sus obras están: Nueva York, Miami, París, Monterrey, Londres, Lima, El Salvador, Managua, Murcia, San José, Heredia, Ciudad de Panamá, Caracas, entre otras. En 1988, 1993 y 1999 participa en la Bienal de arte de Venecia. 

En 1999, El Vaticano le otorga el premio "Beato Angélico" como reconocimiento a la calidad espiritual testimoniada por el artista en sus obras.

Jiménez Deredia es el primer escultor latinoamericano en colocar una obra en la Basílica de San Pedro: la Estatua de San Marcelino Champagnat, que fue develada el 20 de septiembre del año 2000 ante la presencia del Papa Juan Pablo II. La estatua fue colocada dentro de un nicho del transepto izquierdo de la Basílica de San Pedro, diseñado por Miguel Ángel Buonarroti.

Una de sus esculturas destacadas se encuentra en las afueras de la Catedral Metropolitana. Se trata de la estatua de San Juan Pablo II, colocada en 2006, en la que se muestra al Santo Padre con su báculo con la cruz y su mitra mirando hacia la ciudad y el futuro, acompañado de una niña y de una mujer.

Ese mismo año, la Academia de las Artes y el Dibujo de Florencia, lo nombra "Académico de la escultura por su pensamiento filosófico y por su carrera artística."

Para 2019 se tiene planeada la exposición más grande del escultor en suelo nacional: titulada “Jiménez Deredia en San José: la fuerza y la universalidad de la esfera”, la cual tendrá como escenario el bulevar de la Avenida Central, desde las oficinas de Correos de Costa Rica, hasta la Plaza de la Democracia. Se trata de 27 piezas elaboradas en mármol, bronce y granito.

 

Reconocimiento

Es precisamente por su trayectoria en el arte, que el Colegio de Periodistas de Costa Rica y Profesionales en Comunicación le otorgó a Jiménez Deredia el Premio a la Defensa de la Comunicación, Derechos Humanos y Cultura.

La actividad se realizó el martes 20 de noviembre en las instalaciones del Colegio de Periodistas.

“Para mí es un honor recibir este premio, inconscientemente ha sido lo que el arte mío ha hecho: llevar a Costa Rica un poco por el mundo. Creo que estamos alineados en ese objetivo de tratar de promover lo que somos en el mundo, sea el periodismo o el arte, creo que ahí los dos coincidimos perfectamente”, manifestó Jiménez.

Por su parte, Allan Trigueros Vega, Presidente de la Junta Directiva del Colegio de Periodistas, declaró que Jiménez es un referente de la cultura costarricense, poniendo en alto el nombre de nuestro país con cada una de sus creaciones, siempre ha estado pendiente del acontecer nacional y colabora con las causas, él es un ejemplo que el arte abre fronteras.

El Premio a la Defensa de la Comunicación, Derechos Humanos y Cultura fue creado por el Colegio de Periodistas como reconocimiento al mérito y esfuerzo y trayectoria de personas físicas nacionales o extranjeros o jurídicas nacionales o extranjeros, en la defensa y promoción de la libertad de expresión, de prensa, de los derechos humanos o la cultura, de trascendencia, incidencia y beneficio para la realidad regional o nacional del país.

Este premio se enmarca en lo expuesto en el capítulo I, artículo 1° de la Ley Orgánica del Colegio de Periodistas de Costa Rica, número 4420.

Luego del homenaje a Jiménez Deredia, el presidente del Colegio, Allan Trigueros Vega, develó su fotografía en la Galería de Expresidentes del Colper, ya que este año termina su gestión al frente de la Junta Directiva.